Adéntrate en el mundo de las redes sociales con esta práctica guía especialmente diseñada para principiantes, en donde examinaremos las características y las ventajas que te ofrecen para potenciar y expandir tu negocio en la red digital.
Hoy día, se calcula que más de 3.000 millones de personas se conectan de forma habitual a una o varias redes sociales. Es decir, casi la mitad de la población mundial. Se trata de una revolución sin precedentes en la historia de la humanidad. Jamás hemos estado tan conectados y comunicados.
La evolución social ha sido sorprendentemente rápida. Nos hemos adaptado en muy pocos años a este nuevo ecosistema digital que impregna todos los aspectos de nuestra vida. Accedemos a las diferentes redes sociales para estar contacto con compañeros de trabajo, con familiares y amigos, con clientes, con personas con las que compartimos intereses comunes o una afición, etc.
No es de extrañar que esta nueva forma de comunicación se haya convertido en la herramienta más potente para los emprendedores y aquellas empresas que buscan una expansión rápida, efectiva y económica. Atrás quedaron las carísimas campañas publicitarias en prensa, radio y televisión.
En esta guía vamos a explicarte las enormes posibilidades que te ofrecen las redes sociales de una forma sencilla, concisa y práctica. Aprenderás a planificar tus estrategias, a localizar a los mejores profesionales que puedan ayudarte a implementarlas y, en definitiva, a potenciar y difundir tu negocio o proyecto.
¡Sigue leyendo y descúbrelo!
Guía de uso de las redes sociales en tu estrategia de marketing. Indice
1. ¿Qué son las redes sociales?
Las redes sociales no son algo nuevo. Desde hace siglos, las personas se han unido en comunidades con intereses o vínculos comunes para intercambiar información, productos, etc. La llegada de internet trasladó ese concepto al mundo digital, ofreciendo una versatilidad y ventajas nunca vistas.
Hoy día, se conoce como red social a una plataforma digital compuesta por comunidades de usuarios que se relacionan entre sí en función de sus intereses, actividades o puntos en común.
En la red social se establecen vínculos que favorecen el intercambio de información en forma de mensajes, archivos, medios audiovisuales, etc.
¿Sabías que…?
El uso de las redes sociales se remonta a 1995 con Classmates, que permite contactar con antiguos compañeros del colegio y de la universidad. Y todavía existe.
En general, todas las redes sociales poseen unas características comunes:
Como se puede apreciar, una red social se caracteriza por dos elementos básicos: relación e información.
El vínculo entre usuarios determina el acceso a la información, así como las posibilidades de interacción. Relación Conocer usuarios con los mismos intereses o puntos en común. Establecer un vínculo con un usuario: amistad, contacto, seguidor, etc. Ofrecer información, productos o servicios. Añadir, eliminar o gestionar comunidades y usuarios. Información Publicar contenido en el ámbito deseado (público general, comunidad, privado, etc.). Añadir contenido o archivos a un almacén. Hacer comunicados o enviar archivos a través de mensajería. Interactuar con la información existente en la red social, publicada por otros usuarios. El producto de estas relaciones e información compartida es una red de usuarios cuya influencia individual puede llegar más allá de los contactos directos o comunitarios que poseen. Esto permite que un mensaje se extienda y amplifique por toda la red si resulta de interés para los usuarios. Es el efecto onda, como las olas circulares que aparecen en la superficie del agua de un lago cuando lanzamos una piedra. La viralización Es el “santo grial” del marketing en redes sociales. Se trata de un contenido que provoca un gran impacto en los usuarios, de tal forma que reaccionan al mismo con las herramientas que proporciona la red social (“me gusta”, “compartir”, “comentar”, etc.). Esta reacción favorece que el contenido alcance a más usuarios, los cuales, a su vez, interaccionarán con el mismo y volverán a amplificarlo. Un contenido viral puede tener millones de visualizaciones en un corto espacio de tiempo gracias a las comparticiones de los usuarios. La viralización del contenido puede saltar de una red social a otra, posibilitando que un mensaje publicitario pueda llegar a millones de personas con un coste mínimo, incluso ridículo en algunos casos si tenemos en cuenta la repercusión y retorno de la inversión logrados. En resumen: Las redes sociales son plataformas digitales formadas por usuarios que se pueden agrupar en función de unos intereses o características comunes. Debido a que comparten información mediante las propias herramientas de la plataforma, son un instrumento muy potente en cualquier estrategia de marketing. Permiten que puedas publicitar tu producto a extensos grupos de personas con perfiles concretos, cuyos intereses sean compatibles con tu perfil de comprador ideal. Esto ha hecho que las redes sociales se hayan convertido en la base del marketing de este milenio.
2. Tipos de redes sociales
Hemos visto qué son las redes sociales y, aunque vamos a hablar de ello a lo largo del artículo, ya te habrás dado cuenta de lo potentes que pueden llegar a ser para tu estrategia de marketing. Una buena campaña en redes sociales puede tener un efecto muy positivo en tu facturación, como iremos viendo en esta guía.
Antes de comenzar con la parte práctica, es necesario que conozcas un poco los tipos de redes sociales que existen. Esto es importante porque, dependiendo del producto o servicio que ofrezcas, te serán más útiles unas u otras.
Redes sociales generalistas
Las redes generalistas a priori no están orientadas a un grupo de intereses o puntos en común concretos. Cada una posee una serie de herramientas y formatos propios, pero los usuarios siempre pueden publicar contenido, interactuar con el resto de publicaciones de otros usuarios a las que tengan acceso, y comunicarse entre ellos.
Este tipo de redes se basan en la vinculación entre perfiles, y los usuarios las conciben como un medio de obtener información e interactuar con otras personas.
Algunos ejemplos de las redes sociales más utilizadas entre las generalistas son:
Facebook: La red más potente en la actualidad, con más de 2.000 millones de usuarios. Permite la creación de perfiles personales y empresariales. Se pueden crear grupos, publicar contenido de forma pública o solo para la lista de amigos, reaccionar frente a otras publicaciones con comentarios, me gustas o compartiéndolos, etc. No existe una temática concreta, sino que son los usuarios los que establecen de qué quieren hablar, intercambiar información, etc. Presenta una fuerte componente personal, siendo habitual que se utilice para conectar con familiares y amigos, pero también es un medio excelente para debates especializados, empresas, etc.
Twitter: Twitter es una red social que implementa las bases que definen a este tipo de plataformas digitales de una forma muy precisa: permite compartir información públicamente con un límite de caracteres y medios audiovisuales, lo que favorece el uso de information pills (píldoras de información), que gracias a su inmediatez tiene un efecto muy potente entre los usuarios, los cuales reaccionan con facilidad de diversas maneras (usando hashtags, me gustas, etc.). Los usuarios pueden seguir a otros perfiles, y también que otros los sigan a ellos, lo que establece de facto una red de transmisión muy potente. No existe una temática concreta, y las empresas lo utilizan a menudo para lanzar mensajes a sus clientes y compradores potenciales.
Pinterest: Esta red social sigue la misma filosofía que las anteriores, pero esta vez se centra en compartir contenido audiovisual más que textual. Se apoya en las capacidades multimedia de los teléfonos inteligentes actuales, que permiten la publicación de fotografías y pequeños vídeos de una forma inmediata. No existe una temática concreta, y es un canal bastante interesante para las empresas que desean expandir sus servicios y productos de una forma más visual en una red con muchísimos usuarios.
Youtube: Aunque la plataforma de publicación de contenidos audiovisuales por excelencia no comenzó siendo una red social, con el paso de los años se han ido añadiendo diferentes funciones que han acabado por convertirla en una. La creación de canales, seguidores, interactuar con el contenido, etc., forman parte de las características básicas que permiten la publicación e interactividad que requiere una plataforma de red social. No existe una temática concreta, así que se pueden encontrar contenidos de todo tipo.
Aunque existen muchísimas redes sociales generalistas, estos cuatro ejemplos te servirán para hacerte una idea del tipo de contenidos y formatos que suelen contener. Las redes generalistas están más cerca de la “burbuja personal” de tu cliente potencial, así que son un medio excelente para ofrecer tu producto a un nivel más cercano.
Redes sociales especializadas
Las redes sociales especializadas se construyen a partir de una temática, interés o perfil de usuario. Tienen una filosofía más pragmática que las redes generalistas, ya que se presentan como una utilidad o herramienta para el usuario.
Este tipo de redes son una opción muy interesante si el producto o servicio que vendes está relacionado con la temática y los intereses de los usuarios de las mismas. En ese caso, te permiten llegar a tu comprador ideal con más facilidad.
Algunos ejemplos de redes sociales más utilizadas entre las especializadas son:
LinkedIn: Esta red social está orientada al mundo laboral. El perfil de los usuarios incluye campos para indicar su experiencia, estudios académicos, etc. Como el resto de redes sociales, se puede publicar contenido y reaccionar en un sistema similar al de Facebook (me gusta, compartir, comentar…). Es una red mundial enorme, y un buen lugar para promocionar tus productos si están relacionados con la temática (cursos, mentorías, productos y servicios para empresas, etc.).
Reddit: Los foros fueron una de las primeras formas de redes sociales. Hay autores que no los consideran una red social completa debido a que carecen de algunas de las características de las redes modernas, pero los sistemas de foros de debate modernos poseen prácticamente las mismas funcionalidades básicas de una red social. Existe una interacción entre usuarios, se comparte información, etc. Los foros suelen ser páginas web que tratan temas muy especializados, por lo que son una opción interesante si tu producto o servicio está dirigido a un nicho muy concreto.
TripAdvisor: Esta red social se basa en compartir experiencias y valoraciones de establecimientos hosteleros y, en general, todo lo relacionado con el turismo y los viajes. Millones de personas consultan esta plataforma a la hora de planificar sus vacaciones o viajes de negocios, por lo que resulta ideal si quieres centrarte en este tipo de perfil.
A diferencia de las redes sociales generalistas, las especializadas son mucho más abundantes y variadas precisamente por su diversidad. Quizás no poseen una cantidad de usuarios tan impresionante como Facebook o Twitter (aunque LinkedIn posee más de 300 millones de perfiles activos), pero te permiten llegar justo a los compradores potenciales que necesitas.
3. La importancia de las redes sociales para tu negocio
En la actualidad, integrar las redes sociales en tu negocio es casi imprescindible. No solo porque son un excelente medio para expandir tu marca y mensaje, sino porque también te ofrecen herramientas muy potentes para interactuar con tus clientes y futuros compradores.
Es cada vez más habitual integrar una o varias redes sociales en el servicio de atención al cliente, dando paso a una nueva modalidad de relación con el cliente, donde la fría conversación telefónica ha quedado obsoleta.
La línea telefónica ha dado paso a la conversación en Twitter, Facebook, LinkedIn, etc. Esto te permite un mayor control y seguimiento de cada caso, una atención integral que se fusiona en el ámbito familiar del cliente y la posibilidad de disponer 
de potentes herramientas de automatización. Por supuesto, un beneficio invalorable es el feedback posterior. El contacto digital se ha impuesto sobre el contacto telefónico.
Además, la compartición de contenidos, la disponibilidad de la información y la comunicación personal son aspectos muy importantes que no tienes fuera de las redes sociales de una forma tan asequible y eficaz.
En resumen, estas son algunas de las ventajas más importantes que debes valorar:
Son un canal de comunicación directa con tus clientes y futuros compradores.
Te permiten compartir contenidos de una forma rápida, eficaz y con un presupuesto mucho menor que otras soluciones.
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Puedes llevar a cabo campañas publicitarias dirigidas exclusivamente a tu perfil de comprador ideal, lo que dispara el retorno de la inversión.
Favorecen la participación y la expansión de la marca en comunidades.
Con la estrategia adecuada, se pueden lograr resultados espectaculares incluso con presencia orgánica.
4. Creando tu estrategia de marketing en redes sociales
Una vez definidas las redes sociales, es hora de pasar a la parte práctica de la guía. En los puntos siguientes te explicamos los pasos a seguir para crear una estrategia efectiva en las redes sociales, y poder así obtener los beneficios que te ofrecen a la hora de expandir tu marca y mejorar los resultados.
#1. Define el objetivo general
El primer paso en la elaboración de tu estrategia de marketing en redes sociales es definir cuál es el objetivo general a cumplir. Algunos ejemplos son:
Vender un producto o servicio concreto.
Mejorar tu imagen de marca y expandirla.
Brindar a los clientes un canal de comunicación directo con tu empresa.
Proporcionar un servicio de atención postventa.
Ofrecer contenido útil o llamativo a tus compradores.
Difundir un mensaje corporativo o comunicación importante.
Comunicar la realización de un evento, concurso o acción destacada.
En realidad, cualquier objetivo que implique llegar a tu audiencia objetivo para transmitirle una información es apto para la creación de una estrategia de marketing en redes sociales. Eso sí, debe ser un objetivo específico, concreto, y responder a una necesidad que tenga tu empresa en ese preciso momento.
El huevo o la gallina
Es posible que quieras establecer la red social en la que vas a llevar a cabo tu estrategia de marketing antes de establecer el objetivo. Es un error muy común empezar pensando “voy a hacer una campaña en Facebook para vender mis productos”. En realidad, verás que puedes usar más de una red social, y que la elección de las plataformas es posterior al establecimiento del objetivo general. Es mejor comenzar la casa por los cimientos.
#2. Estudia tu público objetivo
Una vez que has definido cuál va a ser tu objetivo general, será necesario que elabores un perfil de la audiencia objetivo de tu estrategia.
El desarrollo del público objetivo sigue una metodología similar a la que se emplea para definir el comprador ideal, pero adaptada a las redes sociales. Para ello, deberás tener claros una serie de características que pueden incluir:
· Datos demográficos: edades, género, ubicación geográfica, poder adquisitivo, etc.
· Intereses: incluyendo los relacionados con el ocio, laborales, vitales, etc.
· Redes sociales preferentes: dónde suele estar tu público objetivo.
· Patrón de actividad: horario de uso de la red social, frecuencia de publicación o interacción, etc.
El estudio del público objetivo depende de tus requisitos concretos, por lo que las características y perfiles podrán tener diferentes elementos en función de lo que necesites.
Una vez que tengas definido cómo es tu público objetivo, podrás aplicar esa información a la hora de fijar tu estrategia para las redes sociales, tanto en publicaciones orgánicas como en campañas publicitarias.
#3. Analiza a la competencia
Tus competidores pueden ser una fuente de información muy valiosa. Puedes examinar sus acciones en las redes sociales y determinar las optimizaciones y estrategias que están aplicando en este mismo momento.
Algunos aspectos que puedes analizar:
Página corporativa: Redes sociales como Facebook permiten la creación de una página corporativa (Facebook para empresas) que sirve como escaparate y medio de comunicación con los clientes. Estos perfiles/páginas son tremendamente útiles para comprobar cuáles son las estrategias de tu competencia en cuanto a diseño, contenidos, etc.
Publicaciones: ¿Qué tipo de publicaciones hace tu competencia? ¿Con qué frecuencia? ¿Qué contenidos incluyen? Puedes obtener información muy valiosa simplemente analizando las publicaciones de tus competidores. Observa también las reacciones de los usuarios (número de me gusta, veces compartido, comentarios, etc.).
Contenido: El contenido publicado te puede ofrecer una orientación muy útil sobre el estilo del lenguaje empleado, el tono, lo que más interesa a tu público objetivo, etc. También te puede dar pistas sobre el tipo de medio más compartido (imágenes, texto, vídeo).
Interacción: En inglés, el engagement es una de las métricas más importantes a la hora de determinar el éxito de una o varias publicaciones. ¿Los usuarios comentan y comparten el contenido? ¿Qué hace tu competidor con respecto a los comentarios, los responde o los ignora? Y cuando hay críticas negativas, ¿cómo actúa?
Ten en cuenta que el análisis de la competencia no es para que “copies” sus estrategias, sino que te proporciona información vital para:
Obtener ideas útiles para implementar tu estrategia.
Encontrar deficiencias en la estrategia de redes sociales de tus competidores.
#4. Selecciona las redes sociales y la estrategia de cada una
Una vez que tienes tu objetivo general, el perfil del público idóneo y el estudio de la competencia, es la hora de seleccionar la red o redes sociales en las que vas a implementar las actuaciones correspondientes.
Lo primero que tienes que saber es que cada una de las redes sociales posee sus propias características, por lo que las estrategias de marketing serán diferentes. Esta es una de las razones principales por las que muchas empresas optan por llevar a cabo sus campañas de marketing únicamente en las más conocidas (Facebook, Twitter, YouTube, LinkedIn, etc.).
En general, tu público objetivo va a dictar tu selección de redes sociales. Facebook es un todoterreno, Instagram es útil para empresas que comercializan productos que se muestran bien en imágenes (como ropa, mobiliario…), LinkedIn posee una orientación corporativa muy adecuada para servicios o productos del sector B2B o para personas que buscan empleo, etc.
Recuerda que puedes seleccionar varias redes sociales sobre las que actuar. Para definir tu estrategia en la red social, tendrás que tener en cuenta los tres puntos siguientes:
a. Tipos de publicaciones
Las publicaciones deben favorecer la consecución del objetivo general que planteaste en el punto uno. No publiques cualquier cosa. Tu contenido debe ser siempre atractivo, útil, en línea con tu audiencia.
Para llegar a tus futuros compradores, puedes emplear los sistemas de publicidad de pago, o tratar de fomentar un crecimiento orgánico. Lo habitual es utilizar ambas estrategias: llevar a cabo campañas publicitarias pagadas, pero no dejar de lado la estrategia de crecimiento orgánico a través de publicaciones.
Es importante destacar que es aconsejable utilizar diferentes tipos de publicaciones a la hora de compartir contenido. Esto varía en función de la red social en concreto, pero básicamente es importante que uses vídeos, imágenes, texto, carruseles, stories, etc. A mayor variedad, mejores resultados.
Para este trabajo, puedes contactar con un freelancer experto en marketing para medios sociales, que se encargará de gestionar las acciones necesarias para aumentar la interacción, implementar calendarios de publicación, supervisar las métricas, etc.
b. Número de publicaciones diarias
La frecuencia de publicación es un parámetro que depende de muchos factores. Un número excesivo de publicaciones puede aburrir a los seguidores, que te verán como una fuente de spam. Por el contrario, dejar pasar los días sin publicar nada hará que pierdan el interés en tu marca. Algunos autores aconsejan empezar por una publicación diaria, pero en realidad es un proceso de optimización continuo que depende de la respuesta de los seguidores e interacciones.
c. Customer journey
Hoy día, las redes sociales forman parte del recorrido de compra del cliente, en diversas etapas. Están presentes en la fase de investigación, en la de selección, en la de compra y en la postventa.
Por tanto, la experiencia de compra desde el mismo inicio puede comenzar en la red social. Y si el cliente tiene quejas o alaba tu producto tras la compra, también puede terminar en la misma red social.
Es posible incluso que todo el customer journey se desarrolle en la propia red social. Por ejemplo, un cliente puede descubrir tu catálogo de productos en tu página de Facebook, leer las opiniones de tus compradores, formular preguntas en tus publicaciones o usando Facebook Messenger, comprar directamente en tu página, valorar y comentar tras la compra, y solicitar atención postventa. Todo sin salir de Facebook. Con un simple click.
#5. Calendario editorial
Una vez definida la estrategia de cada red social, debes preparar un calendario editorial. Puedes hacerlo tú, o contar con la ayuda de tu experto en marketing en redes sociales.
Aunque no existe un calendario perfecto y único, muchos autores han elaborado estudios sobre las horas y los días que tienen más impacto en el momento de publicar. Por ejemplo, Sprout Social compartió unas estadísticas que indicaban que la mayor participación en publicaciones de Facebook se produce entre las 9 de la mañana y las 3 de la tarde, en jornada laboral. Sin embargo, estos estudios varían de uno a otro según la red social, el tipo de engagement, y la empresa que publica los datos.
#6. Creación del contenido y materiales
Como ya tienes tu estrategia terminada, puedes lanzarte a crear el contenido y materiales necesarios para comenzar: textos, banners, artes gráficas, logotipos, botones, vídeos, audios, imágenes de productos… en definitiva, lo que vas a publicar.
Para este trabajo, te será de mucha ayuda contactar con freelancers diseñadores expertos en redes sociales.
No es necesario que crees todas las publicaciones antes de empezar, ya que muchas de ellas podrán ir variando en función de la implicación de tus seguidores, pero sí es recomendable disponer de una línea de trabajo clara, y tener al menos las primeras ya preparadas.
IMPORTANTE: Los contenidos de tus publicaciones y anuncios en redes sociales DEBEN ser concisos, impactantes y atractivos. Trata de comunicar tu mensaje con poco texto, títulos que enganchen e imágenes que hagan que el target pare el desplazamiento en su pantalla.
No se trata de una labor sencilla: requiere de mucha creatividad, dominio de diferentes técnicas de comunicación comercial, conocimiento de tu canal de ventas.
#7. Publicación
¿Ya lo tienes todo listo para empezar? ¡Pues adelante! La publicación es un proceso dinámico que, partiendo de tu calendario y contenidos iniciales, va adaptándose en función de los datos retroalimentados que se van obteniendo.
Para ayudarte en esta tarea dispones de diversas herramientas muy potentes. Por ejemplo, existen aplicaciones para la automatización de publicaciones, monitorización de tus redes sociales, elaboración de diversas analíticas, compartición rápida de contenidos, etc.
Por ejemplo, Facebook Creator Studio te permite la publicación de contenidos en Facebook e Instagram de manera directa o programada, además de presentar y administrar en un único lugar los mensajes que has recibido en las dos redes. También te ofrece opciones para monetizar el contenido, herramientas analíticas, etc.
Otras suites especializadas en redes son Hootsuite, TweetDeck, Agora Pulse, etc. Algunas son más generalistas, mientras que otras se especializan en una red social en concreto (por ejemplo TweetDeck está orientada a Twitter). Son muy útiles pues ofrecen herramientas de análisis y gestión muy avanzadas, las cuales te permitirán optimizar al máximo tu estrategia.
#8. Supervisión y análisis de rendimiento
Como ya te hemos comentado, la publicación en redes sociales (sea orgánica o pagada) sigue un proceso continuo de realimentación y ajuste. De hecho, cuanto más tiempo lleves en la red social, más óptima será tu estrategia.
¿Eso qué quiere decir? Pues que es necesario que establezcas un sistema de análisis y monitorización que sea efectivo, potente y que proporcione conclusiones aplicables de inmediato. Puedes ayudarte para ello de diversas herramientas de análisis, como Google Analytics, o algunas de las que te nombramos en el apartado anterior, pues suelen integrar también funciones estadísticas con métricas. Asimismo, las propias redes sociales proporcionan datos útiles sobre el impacto de una publicación (visualizaciones, interacciones, etc.).
Con esta información podrás tomar decisiones orientadas a perfeccionar tus publicaciones.
#9. Optimización
Como hemos visto en el punto anterior, la optimización es el resultado de aplicar un proceso de seguimiento y supervisión. Tras la elaboración de los informes, se reinicia el proceso con los datos anteriores, variando los parámetros para mejorar diversos aspectos como:
La interacción: Se da mayor relevancia a las publicaciones que han mostrado más interacciones en la iteración anterior.
La hora de publicación: Se modifica la hora de publicación óptima en función de los datos anteriores.
La frecuencia de publicación: Se aumenta o disminuye la frecuencia diaria/semanal de publicación.
Los parámetros del público objetivo: En campañas publicitarias, se varían los parámetros en función de los informes (demografía, intereses, etc.).
Los contenidos: Se adaptan los contenidos en función de la interacción anterior, pudiendo aumentar/disminuir las publicaciones textuales, audiovisuales, etc.
La gestión de la comunidad: Se localizan los problemas de gestión de la comunidad y se buscan medidas correctoras para que no se produzcan. Se optimiza asimismo el tratamiento de las consultas y uso de mensajería por parte de los leads/clientes.
Conclusión
Las redes sociales se han convertido en una herramienta de marketing absolutamente imprescindible en los últimos tiempos.
La capacidad de llegar a millones de personas era algo que hace unas décadas estaba reservado únicamente a las grandes corporaciones.
Hoy día una pequeña empresa o emprendedor puede tener una repercusión mundial con una estrategia de marketing inteligente y bien diseñada.
Las redes sociales se han convertido en una herramienta de marketing absolutamente imprescindible en los últimos tiempos. La capacidad de llegar a millones de personas era algo que hace unas décadas estaba reservado únicamente a las grandes corporaciones, mientras que hoy día una pequeña empresa o emprendedor puede tener una repercusión mundial con una estrategia de marketing inteligente y bien diseñada.
La posibilidad de centrar tus esfuerzos justo en tu público objetivo hace que los presupuestos para redes sociales tengan un retorno de la inversión realmente atractivo. Además, la enorme cantidad de feedback que se obtiene te permite obtener análisis muy precisos que pueden incluir opiniones de clientes, reacciones a presentaciones de productos, encuestas digitales, y un largo etcétera.
El resultado es que puedes aplicar todo ese conocimiento en mejorar tus productos y experiencia de compra.
Las redes sociales suponen un beneficio transversal que abarca prácticamente todos los aspectos de la estrategia de marketing de tu negocio. Y dispones de las herramientas, asesores y profesionales que necesitas, a un coste realmente asequible si lo comparamos con los beneficios que se pueden obtener.
Como has podido comprobar en esta guía, las redes sociales poseen una importancia capital en la estrategia de desarrollo de un negocio digital. Por ello, no dudes en delegar la responsabilidad de gestión a un Community Manager especialista si lo consideras oportuno, ya que los beneficios que aporta pueden ser muy valiosos.
¡Adelante, desarrolla tu presencia en las redes sociales y da el salto digital que necesitas!
Bibliografía: Qué son las redes sociales y cómo usarlas para impulsar tu negocio. Fuente: https://es.fiverr.com
